La Escuela Normal se encuentra ubicada en el centro de la ciudad de San Miguel de Tucumán, sobre calle Muñecas 219, entre las calles Córdoba, Mendoza, Muñecas y 25 de Mayo.
Su cuerpo central realza la simetría. El concepto de simetría se ve prestigiado con eficiencia al incorporar un tercer cuerpo (la ex vivienda del director). Equivale esta franja al sector central del acceso, que también, en sus tres niveles tiene mayor importancia y jerarquía, al poseer sus paramentos un tratamiento decorativo más elaborado.
La puerta principal de acceso, así mismo, se diferencia por su abertura y un frontis con base quebrada que lo protege. Se subordina, a cada lado de este, módulos o sectores que definen las cuatro aberturas con sendas pilastras monumentales sutilmente almohadilladas.
El resto del edificio que se despliega a ambos lados, tiene una regularidad monótona, dada por el ritmo regular que imponen sus aberturas. Ésta desnudez y firmeza anticiparon los conceptos de monumentalidad que años después el gobierno impondría a toda la arquitectura pública.
Circulación:
- La planta baja y alta se comunican mediante cuatro escaleras caracol.
- Una escalera que conduce hacia la biblioteca ubicada en un entrepiso, y que continúa hacia el primer piso.
- 2 escaleras que están a ambos lados del baño de mujeres, que continúa al primer piso.
- 1 ascensor ubicado la planta baja con oficinas de la institución.
- Pasillos y galerías que comunican/conducen a las aulas y patios.
sábado, 6 de junio de 2009
Historia del edificio de la Escuela Normal
1869: Ley de creación.
El 1 de octubre de 1869, el congreso nacional sancionaba la ley que dio origen a la Escuela Normal de Tucumán.
1870: La cuestión del local
La municipalidad dispuso donar a la Nación una casa de su propiedad en la esquina de Mendoza y Muñecas, para que se instalara la Escuela. Tal casa había sido cedida mucho antes, en 1860, por Bernabé Piedrabuena para que se instalara un mercado público, y el sitio, con el mismo objeto era donación del ex gobernador José Manuel Silva. Nunca se había construido el mercado (por lo cual hubo que indemnizar a los Piedrabuena por el cambio de destino), y el local albergaba un establecimiento primario, la Escuela Avellaneda.
La provincia contrató a “Cánepa y Cia.” para la remodelación del local.
El 25 de mayo de 1875 se llevó a cabo la inauguración de la Escuela Normal.
Su primer director, asignado por la Nación, fue George Stearns, reemplazado luego por su hermano, John Stearns.
1877: Quejas sobre el edificio (pasillos angostos, las aulas daban a la calle, poca circulación de aire, no respondía a las exigencias, no había un local para gimnasia). Groussac realiza una propuesta de otra planta.
1878: Nuevo rector: Paul Grossac.
1882: La propuesta de otra planta realizada en 1877 fue aceptada por el Gobierno Nacional. Se gestiona la compra del terreno contiguo a la escuela a fines del ensanche del local. El director formularía un proyecto de construcción “de las oficinas de más urgente necesidad” ya que la suma presupuestada no alcanzaba para la totalidad de las obras previstas.
En julio, el director elevó una nota al ingeniero nacional de sección, adjuntando un croquis del terreno contiguo. Proponía un segundo piso para la familia del director y servicio doméstico, “rodeando el lado oeste del rectángulo en dos salas para biblioteca y salón de profesores”.
1883: Los gabinetes de física eran inexistentes por la falta del local. La información de la Guía Hat, describía al edificio de la Escuela como “espacioso y bien distribuido, de un solo piso pero insuficiente para las necesidades de la enseñanza”. Consignaba que “se ha decretado su ensanche, dándole una capacidad doble de la que actualmente tiene”.
1885-1886: En cuanto a las obras de ensanche de la Escuela, tropezaron varios problemas. Se las adjudicó al empresario Agustín Cánepa, empezaron en junio de 1885. Durante dos meses los trabajadores se ejecutaron “con la mayor regularidad”, pero de pronto todo se detuvo durante cuatro meses, dando lugar a un decreto del poder Ejecutivo Nacional que rescindió el contrato con Cánepa, y dispuso que se hiciera cargo de las obras el Departamento de Ingenieros de la Nación, y contratara su continuación con el empresario Bautista Podestá. Al mismo tiempo, se accionará contra Cánepa por daños y prejuicios.
1890: El local de Mendoza y Muñecas iba sufriendo los estragos del tiempo y del intenso uso.
1891: Fue necesario desalojar el local para refaccionarlo, trasladándose la Escuela Normal de varones a calle Crisóstomo Álvarez al 300, caserón donde vivió el gobernador Zabalia, y que posteriormente, comprado por el gobierno provincial, alojó a los tribunales. Mucho mas tarde, sería demolido para edificar el actual local de la Escuela Obispo Molina.
1894: Reparaciones del edificio
La Ley Nacional 3155, del 5 de Octubre, autorizó al Poder Ejecutivo a invertir 400.000 pesos, moneda nacional, en las obras de reparación y ensanche del edificio de Muñecas y Mendoza. A ese fin, constituyó una comisión ad hoc de “distinguidos ciudadanos”- presidida por Manuel Carrizo- encargados de correr con los trabajos, que se realizaron de acuerdo a los planos y presupuestos confeccionados por el Departamento de Ingenieros de la Nación.
1897: La Escuela Normal pudo regresar a la calle Muñecas, ya efectuados los arreglos y ampliaciones de caso.
1898: En julio se inauguró en salón de actos.
En el informe anual, la directora se quejaba por el pésimo estado de los techos del local que ocupaban. Eso y otras deficiencias la obligaron, decía, a emplear cada año en refacciones el dinero que se le daba para gastos del establecimiento. Proponía que se construyera en el terreno baldío contiguo, un “hermoso salón para ejercicios que tanto nos hace falta”.
1899: El 4 de agosto, es escrita la donación que la provincia hacía el terreno y edificio de la Escuela, al gobierno de la Nación. Este fue representado por el director Jorge Segovia, aclarándose que el terreno se entregaba “a objeto de establecer en el mismo una Escuela Normal”. Se lo describía como “ubicado en el norte de esta ciudad”, en calle Muñecas y Mendoza, cuyas dimensiones son: 32.40 metros de frente, sobre la segunda de dichas calles, y de 65.05 metros sobre la primera, siendo los linderos, por el norte Ernesto Pape; por el sur, calle Mendoza; por el este señoras de Berrios, y por el oeste, calle Muñecas.
1910: La directora reclamó: “Hace más de 15 años no se ha practicado ninguna construcción ni ampliación material alguna que haya efectuado su distribución y capacidad actual”.
El ingeniero nacional de sección había proyectado reformas para rehabilitar las instalaciones sanitarias, por “haberse clausurado las existentes desde hace tres años”.
1915: Estado calamitoso del edificio.
1916: La directora hablaba del local, que no era “todo lo adecuado que sería de esperarse, dada la importancia de la cuidad de Tucumán, y carece de muchas comodidades para las aulas, gabinetes, bibliotecas y oficinas”.
1917: Como de costumbre venía una larga exposición sobre el deterioro del edificio. “Desde hace ya dos años que se demolieron algunos salones por falta de seguridad de su antigua construcción, no se ha procedido a su indispensable reconstrucción; por lo que se ha tenido la necesidad de alquilar un local contiguo, pagándose mensualmente la suma de 480 pesos, y sin tener mas ventaja que la proximidad a la casa central.
1918: Falta de local para gimnasia. Edificio ruinoso e inadecuado.
1926: Se activa el propósito de demoler el viejo local.
Los reiterados pedidos, ya en tono de súplica, que las directoras sucesivas elevaban al Ministerio sobre el edificio, finalmente empezaron a movilizar los trámites de construcción del nuevo. Por lo tanto, se dispuso que el añejo caserón de Muñecas y Mendoza fuera demolido. Este trabajo debió iniciarse en Abril, pero demoró mucho más: en Diciembre todavía se esperaba su comienzo.
1927: Se aprueba por decreto la demolición del edificio, por hallarse en pésimas estructuras.
El futuro edificio “constará de una planta baja y dos pisos altos con la siguiente distribución:
Planta baja: Despachos para la dirección, vice-dirección y secretaría; sala de espera y para profesores; locales para mesas de entradas, portería, vestuarios, 13 aulas, 6 grupos de servicios sanitarios y 3 patios.
Primer piso alto: consta de dos salones para depósitos, celadores y vestuarios, 14 aulas y 5 grupos sanitarios.
Segundo piso alto: en este piso se ubica la casa del director, concentrada independientemente sobre calle Muñecas, compuesta de 3 dormitorios, sala, escritorio, comedor, office, cocina, baño y pieza de servicio”.
1928: Compra de la parcela lindera.
La parcela se describía como “ubicada en esta cuidad, calle Muñecas número 261 al 265, compuesta de 12.30 metros de frente, por 26 metros de fondo, y linda: al norte la sucesión (de Jorge Filsinger); al sur, Escuela Normal de maestras; al Este, la sucesión del Oste, calle Muñecas, tasada en 9700 pesos nacionales.
1930: Una arquitectura que asimiló condiciones y necesidades.
Cuando se construye el segundo cuerpo hacia el Norte existente, se incorporan otras actividades complementarias, tales como jardín de infantes, laboratorios de Química y Física, historia natural, sala de dibujo, salones, nuevas aulas, y área destinada a recreación y a la educación física, en terrenos que ocupan el corazón de la manzana.
Se incorpora la vivienda del director.
1932: Antes de iniciarse las clases, en Febrero, la ciudad de Tucumán fue sacudida por un fuerte temblor, que causó una serie de desperfectos en el nuevo local. Ello determinó la necesidad de reparaciones que tardaron mucho tiempo en concluirse.
1939-1940: Se ejecutan las obras de la segunda sección del edificio. En Octubre, la directora pidió al Ministerio que se construyera un jardín “en el tercer patio de las obras complementarias del edificio en que funciona esta escuela, con el que se ornamentaría su interior, ofreciendo a la vez un recurso para la enseñanza de algunas asignaturas”. Subrayaba que hacía la solicitud “con carácter urgente, teniendo en cuenta que en breve deben terminarse las obras”.
En los últimos años se realizaron restauraciones y refacciones en el edificio de la escuela, tales como: el patio de deportes, la fachada, los baños, entre otros.
El 1 de octubre de 1869, el congreso nacional sancionaba la ley que dio origen a la Escuela Normal de Tucumán.
1870: La cuestión del local
La municipalidad dispuso donar a la Nación una casa de su propiedad en la esquina de Mendoza y Muñecas, para que se instalara la Escuela. Tal casa había sido cedida mucho antes, en 1860, por Bernabé Piedrabuena para que se instalara un mercado público, y el sitio, con el mismo objeto era donación del ex gobernador José Manuel Silva. Nunca se había construido el mercado (por lo cual hubo que indemnizar a los Piedrabuena por el cambio de destino), y el local albergaba un establecimiento primario, la Escuela Avellaneda.
La provincia contrató a “Cánepa y Cia.” para la remodelación del local.
El 25 de mayo de 1875 se llevó a cabo la inauguración de la Escuela Normal.
Su primer director, asignado por la Nación, fue George Stearns, reemplazado luego por su hermano, John Stearns.
1877: Quejas sobre el edificio (pasillos angostos, las aulas daban a la calle, poca circulación de aire, no respondía a las exigencias, no había un local para gimnasia). Groussac realiza una propuesta de otra planta.
1878: Nuevo rector: Paul Grossac.
1882: La propuesta de otra planta realizada en 1877 fue aceptada por el Gobierno Nacional. Se gestiona la compra del terreno contiguo a la escuela a fines del ensanche del local. El director formularía un proyecto de construcción “de las oficinas de más urgente necesidad” ya que la suma presupuestada no alcanzaba para la totalidad de las obras previstas.
En julio, el director elevó una nota al ingeniero nacional de sección, adjuntando un croquis del terreno contiguo. Proponía un segundo piso para la familia del director y servicio doméstico, “rodeando el lado oeste del rectángulo en dos salas para biblioteca y salón de profesores”.
1883: Los gabinetes de física eran inexistentes por la falta del local. La información de la Guía Hat, describía al edificio de la Escuela como “espacioso y bien distribuido, de un solo piso pero insuficiente para las necesidades de la enseñanza”. Consignaba que “se ha decretado su ensanche, dándole una capacidad doble de la que actualmente tiene”.
1885-1886: En cuanto a las obras de ensanche de la Escuela, tropezaron varios problemas. Se las adjudicó al empresario Agustín Cánepa, empezaron en junio de 1885. Durante dos meses los trabajadores se ejecutaron “con la mayor regularidad”, pero de pronto todo se detuvo durante cuatro meses, dando lugar a un decreto del poder Ejecutivo Nacional que rescindió el contrato con Cánepa, y dispuso que se hiciera cargo de las obras el Departamento de Ingenieros de la Nación, y contratara su continuación con el empresario Bautista Podestá. Al mismo tiempo, se accionará contra Cánepa por daños y prejuicios.
1890: El local de Mendoza y Muñecas iba sufriendo los estragos del tiempo y del intenso uso.
1891: Fue necesario desalojar el local para refaccionarlo, trasladándose la Escuela Normal de varones a calle Crisóstomo Álvarez al 300, caserón donde vivió el gobernador Zabalia, y que posteriormente, comprado por el gobierno provincial, alojó a los tribunales. Mucho mas tarde, sería demolido para edificar el actual local de la Escuela Obispo Molina.
1894: Reparaciones del edificio
La Ley Nacional 3155, del 5 de Octubre, autorizó al Poder Ejecutivo a invertir 400.000 pesos, moneda nacional, en las obras de reparación y ensanche del edificio de Muñecas y Mendoza. A ese fin, constituyó una comisión ad hoc de “distinguidos ciudadanos”- presidida por Manuel Carrizo- encargados de correr con los trabajos, que se realizaron de acuerdo a los planos y presupuestos confeccionados por el Departamento de Ingenieros de la Nación.
1897: La Escuela Normal pudo regresar a la calle Muñecas, ya efectuados los arreglos y ampliaciones de caso.
1898: En julio se inauguró en salón de actos.
En el informe anual, la directora se quejaba por el pésimo estado de los techos del local que ocupaban. Eso y otras deficiencias la obligaron, decía, a emplear cada año en refacciones el dinero que se le daba para gastos del establecimiento. Proponía que se construyera en el terreno baldío contiguo, un “hermoso salón para ejercicios que tanto nos hace falta”.
1899: El 4 de agosto, es escrita la donación que la provincia hacía el terreno y edificio de la Escuela, al gobierno de la Nación. Este fue representado por el director Jorge Segovia, aclarándose que el terreno se entregaba “a objeto de establecer en el mismo una Escuela Normal”. Se lo describía como “ubicado en el norte de esta ciudad”, en calle Muñecas y Mendoza, cuyas dimensiones son: 32.40 metros de frente, sobre la segunda de dichas calles, y de 65.05 metros sobre la primera, siendo los linderos, por el norte Ernesto Pape; por el sur, calle Mendoza; por el este señoras de Berrios, y por el oeste, calle Muñecas.
1910: La directora reclamó: “Hace más de 15 años no se ha practicado ninguna construcción ni ampliación material alguna que haya efectuado su distribución y capacidad actual”.
El ingeniero nacional de sección había proyectado reformas para rehabilitar las instalaciones sanitarias, por “haberse clausurado las existentes desde hace tres años”.
1915: Estado calamitoso del edificio.
1916: La directora hablaba del local, que no era “todo lo adecuado que sería de esperarse, dada la importancia de la cuidad de Tucumán, y carece de muchas comodidades para las aulas, gabinetes, bibliotecas y oficinas”.
1917: Como de costumbre venía una larga exposición sobre el deterioro del edificio. “Desde hace ya dos años que se demolieron algunos salones por falta de seguridad de su antigua construcción, no se ha procedido a su indispensable reconstrucción; por lo que se ha tenido la necesidad de alquilar un local contiguo, pagándose mensualmente la suma de 480 pesos, y sin tener mas ventaja que la proximidad a la casa central.
1918: Falta de local para gimnasia. Edificio ruinoso e inadecuado.
1926: Se activa el propósito de demoler el viejo local.
Los reiterados pedidos, ya en tono de súplica, que las directoras sucesivas elevaban al Ministerio sobre el edificio, finalmente empezaron a movilizar los trámites de construcción del nuevo. Por lo tanto, se dispuso que el añejo caserón de Muñecas y Mendoza fuera demolido. Este trabajo debió iniciarse en Abril, pero demoró mucho más: en Diciembre todavía se esperaba su comienzo.
1927: Se aprueba por decreto la demolición del edificio, por hallarse en pésimas estructuras.
El futuro edificio “constará de una planta baja y dos pisos altos con la siguiente distribución:
Planta baja: Despachos para la dirección, vice-dirección y secretaría; sala de espera y para profesores; locales para mesas de entradas, portería, vestuarios, 13 aulas, 6 grupos de servicios sanitarios y 3 patios.
Primer piso alto: consta de dos salones para depósitos, celadores y vestuarios, 14 aulas y 5 grupos sanitarios.
Segundo piso alto: en este piso se ubica la casa del director, concentrada independientemente sobre calle Muñecas, compuesta de 3 dormitorios, sala, escritorio, comedor, office, cocina, baño y pieza de servicio”.
1928: Compra de la parcela lindera.
La parcela se describía como “ubicada en esta cuidad, calle Muñecas número 261 al 265, compuesta de 12.30 metros de frente, por 26 metros de fondo, y linda: al norte la sucesión (de Jorge Filsinger); al sur, Escuela Normal de maestras; al Este, la sucesión del Oste, calle Muñecas, tasada en 9700 pesos nacionales.
1930: Una arquitectura que asimiló condiciones y necesidades.
Cuando se construye el segundo cuerpo hacia el Norte existente, se incorporan otras actividades complementarias, tales como jardín de infantes, laboratorios de Química y Física, historia natural, sala de dibujo, salones, nuevas aulas, y área destinada a recreación y a la educación física, en terrenos que ocupan el corazón de la manzana.
Se incorpora la vivienda del director.
1932: Antes de iniciarse las clases, en Febrero, la ciudad de Tucumán fue sacudida por un fuerte temblor, que causó una serie de desperfectos en el nuevo local. Ello determinó la necesidad de reparaciones que tardaron mucho tiempo en concluirse.
1939-1940: Se ejecutan las obras de la segunda sección del edificio. En Octubre, la directora pidió al Ministerio que se construyera un jardín “en el tercer patio de las obras complementarias del edificio en que funciona esta escuela, con el que se ornamentaría su interior, ofreciendo a la vez un recurso para la enseñanza de algunas asignaturas”. Subrayaba que hacía la solicitud “con carácter urgente, teniendo en cuenta que en breve deben terminarse las obras”.
En los últimos años se realizaron restauraciones y refacciones en el edificio de la escuela, tales como: el patio de deportes, la fachada, los baños, entre otros.
jueves, 4 de junio de 2009
Fotos de la Escuela
Aquí les mostramos algunas imágenes de la Escuela, proximamente estaremos compartiendo otras.
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